Evaluar la formación es posible: Por Elena Cano , Antonio Bartolomé (Coords.) Evaluación de laTransferencia de la formación de formadores con soporte tecnológico [Recurso electrónico]
Tipo de material: TextoDetalles de publicación: Barcelona Universitat de Barcelona 2014Descripción: 213pISBN: 9788469706527Tema(s): Evaluación docente -- Manuales | Profesores -- Educación superior | Libros electrónicosRecursos en línea: Texto completo descargable Openlibra Resumen: El texto se centra en un proceso de formación específico: la formación de formadores. Y en una variante también particular de la evaluación: la evaluación de la transferencia de la formación. Detrás de esta terminología técnica se encierra una de las claves más importantes para afrontar la evaluación de la formación de los educadores. Frente a una perspectiva tradicional en la que la institución o los formadores evalúan los resultados de su acción en base a indicadores internos, este planteamiento nos acerca a un modo más “auténtico”, a unos indicadores más “válidos”. Si formamos a un maestro, por ejemplo, la auténtica talla de lo aprendido no la obtendremos pasándole un examen de historia de la Educación o pidiéndole un trabajo escrito sobre una supuesta programación escolar. Sólo a partir del modo como se desenvuelva en la práctica cotidiana, es como podremos valorar si la formación ha sido útil, si le ha preparado para ser maestro o en la formación permanente.Tipo de ítem | Biblioteca actual | Biblioteca de origen | Colección | Signatura | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | Reserva de ítems |
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El texto se centra en un proceso de formación específico:
la formación de formadores. Y en una variante también particular de
la evaluación: la evaluación de la transferencia de la formación. Detrás
de esta terminología técnica se encierra una de las claves más importantes para afrontar la evaluación de la formación de los educadores.
Frente a una perspectiva tradicional en la que la institución o los formadores evalúan los resultados de su acción en base a indicadores internos, este planteamiento nos acerca a un modo más “auténtico”, a
unos indicadores más “válidos”. Si formamos a un maestro, por ejemplo, la auténtica talla de lo aprendido no la obtendremos pasándole un
examen de historia de la Educación o pidiéndole un trabajo escrito
sobre una supuesta programación escolar. Sólo a partir del modo como
se desenvuelva en la práctica cotidiana, es como podremos valorar si
la formación ha sido útil, si le ha preparado para ser maestro o en la
formación permanente.
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